La artritis reumatoide, o poliartritis crónica, no es un simple trastorno de las articulaciones, es una enfermedad sistémica.
Su origen es un trastorno del sistema inmune que provoca una inflamación y puede llegar a causar daño y deformidad articular. Sin embargo, en los estadios tempranos podemos prevenir que las articulaciones se destruyan completamente.
Nuestros movimientos diarios son una maravilla de la naturaleza. Gracias a la interacción compleja de articulaciones, ligamentos, tendones y músculos, somos capaces de caminar, bailar y saltar. Si una de las más de 140 articulaciones se inflama o irrita, se desequilibra el ingenioso sistema locomotor. La palabra artritis es una denominación común para los estados de irritación e inflamación de una o más articulaciones. La inflamación articular puede aparecer de forma súbita o crónica. La inflamación articular más frecuente es la artritis reumatoide.
Signos y síntomas
Una característica típica de la artritis reumatoide es la afección simétrica de la inflamación articular, es decir, la afección simultánea de, por ejemplo, las mismas articulaciones de los dedos de ambas manos. La inflamación de las articulaciones se manifiesta en forma de dolor, hinchazón o calor. La movilidad de la articulación también se ve limitada. Esta inflamación normalmente empieza en las articulaciones de los dedos o en las articulaciones de las manos y los pies. Luego se extiende a otras articulaciones como la rodilla y el hombro.
En muchos casos, el líquido se acumula en la articulación y provoca derrame articular. El dolor se desarrolla típicamente durante el reposo. Al mover la articulación, el dolor se alivia.
En las primeras etapas de la enfermedad, esta puede ir acompañada de síntomas secundarios como:
Cansancio
Agotamiento
Pérdida de apetito
Pérdida de peso
Aumento de la temperatura
Factores de riesgo y causas
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune, por lo que el cuerpo considera sus propios tejidos extraños y lucha contra ellos. El cuerpo reacciona con una inflamación.
Hay una serie de factores que pueden precipitar este "mal funcionamiento":
Tabaco: el tabaco parece tener un papel importante.
Virus y bacterias: los patógenos (virus y bacterias) también pueden ser importantes.
Congénitos: las influencias genéticas también pueden ser la causa.
Probablemente, antes del desencadenamiento de la artritis reumatoide coincide una serie de factores.
Prevención
No hay ninguna garantía, pero un estilo de vida sano con la práctica habitual de deporte es una buena profilaxis contra la artritis reumatoide, sobre todo en combinación con una dieta sana. Asegúrese de comer mucha fruta, verduras y vitamina C.
Y: no fume.
¿Cómo se puede tratar la inflamación articular?
Los vendajes médicos han demostrado su utilidad en la artritis reumatoide. Estabilizan y alivian la articulación, reducen la inflamación y alivian el dolor gradualmente.
Hay otras formas de detener o reducir la destrucción articular, aparte del uso de vendajes. En el caso ideal, un plan de tratamiento individual se diseña mediante colaboración de especialistas, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y psicólogos. Los especialistas en esta área son, por ejemplo, reumatólogos, especialistas ortopedas y cirujanos. A veces se recetan medicamentos para aliviar el dolor.
Otras formas de tratamiento – también en combinación con vendajes – son la fisioterapia y ejercicios para hacer todos los días (ergoterapia). Las almohadillas frías o la terapia con frío especial pueden aliviar el dolor. En algunos casos, una operación puede servir de ayuda, p.ej. la extirpación del revestimiento interno de la articulación o la sustitución de la articulación afectada por una artificial.
Hable con su médico sobre qué terapia es la correcta para usted.
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